Hoy celebramos un logro significativo para las comunidades cubanas. Desde Ké Volá, junto con el esfuerzo de nuestro compañero Yoan y un grupo de colaboradores locales, hemos finalizado la construcción de un pozo de agua en la región de Minas de Matahambre, un proyecto que comenzó en febrero y que ahora se convierte en una fuente vital para quienes más lo necesitan.
El acceso al agua potable sigue siendo un desafío en muchas regiones de Cuba, y esta iniciativa es un paso importante para mejorar la calidad de vida de las familias que dependen de recursos naturales limitados. Este pozo representa más que una fuente de agua; es un símbolo de solidaridad, unión y trabajo comunitario.
Nuestro objetivo no se detiene aquí. Queremos continuar construyendo más pozos para asegurar que cada vez más personas tengan acceso a agua limpia y segura. Con el apoyo de colaboradores, voluntarios y donantes, estamos decididos a expandir este proyecto y beneficiar a más comunidades en situación vulnerable.
Desde Ké Volá, agradecemos a todos los que han hecho posible esta iniciativa. Cada esfuerzo suma para transformar vidas y fortalecer el bienestar de Cuba.
¡Sigamos adelante, juntos podemos hacer la diferencia!